Medicamentos Esenciales: el objetivo de la OMS

MD Ipsae Edith Melgoza Toral

 

¿Cómo podríamos entender las necesidades básicas en salud no sólo de una población, sino de un país o hasta del mundo? ¡La Organización Mundial de la Salud (OMS) puede! lleva 40 años trabajando por el beneficio global en una Lista de Medicamentos Esenciales, buscando llevar a la humanidad a esa utopía que tanto es deseada.

 

 

En Ginebra, Suiza, se llevó a cabo la XXI reunión del Comité de Expertos de la OMS con el objetivo de revisar y actualizar la decimonovena Lista Modelo de Medicamentos Esenciales, así como la quinta versión de medicamentos pediátricos, entendiendo por esenciales aquellos medicamentos que pueden cubrir las necesidades de salud PRIORITARIAS de la población. Tomando en cuenta el peso que estas decisiones implican para el futuro de un país, y entendiendo el objetivo de la OMS en el contexto de los sistemas de salud existentes, los medicamentos esenciales deben —deberían— estar disponibles en todo momento, en cantidades suficientes, formas farmacéuticas apropiadas, con una calidad garantizada y a un precio asequible para la comunidad; para su selección es indispensable contar con datos epidemiológicos sólidos sobre incidencia y prevalencia de patologías, además de entendimiento en seguridad, eficacia clínica y costoeficacia comparativa de sus tratamientos.

 

El Comité examinó 92 solicitudes, incluidas propuestas para añadir 41 nuevos medicamentos, ampliar indicaciones de 6 medicamentos existentes, 5 solicitudes de supresión de medicamentos y una revisión exhaustiva de ciertos antibióticos y su uso en el tratamiento de 21 síndromes infecciosos comunes prioritarios, cinco enfermedades infecciosas pediátricas, 3 infecciones de transmisión sexual. Además, se añadieron dos fármacos contra el cáncer de boca, un nuevo combinado para la hepatitis C, innovaciones en VIH, nuevas formulaciones pediátricas de medicamentos antituberculosos y analgésicos; con base en evidencia científica relativa de eficacia, seguridad y rentabilidad de medicamentos, el comité llegó a la unanimidad.

 

Desde el año de 1977 que se realizó la primera lista, la OMS pretende cubrir las necesidades mínimas de medicamentos para un sistema básico de atención en salud, donde, además de las condiciones anteriores, deben ser benéficas para las circunstancias prioritarias, dichas condiciones son seleccionadas de acuerdo a la relevancia actual en salud pública tomando en cuenta tendencias futuras.

 

No contar con el mínimo básico de la Lista de Medicamentos Esenciales es como “ir a la guerra sin fusil…” una frase algo dramática pero que expresa de manera completa el sentimiento de la mayoría —y me atrevería a decir que de todo— el personal de salud en algún momento del desempeño de su profesión, haciendo uso del famoso “ingenio mexicano” para cubrir las carencias en materia, instalaciones y personal que puedan presentarse en el día a día de la salud pública en México, e incluso sin excluir de manera tajante al sector privado.

 

No se puede dejar de lado que los recursos farmacológicos deben ir de la mano con instalaciones de diagnóstico, vigilancia, atención médica y formación especializadas, las cuales son tópicos de necesidad urgente que el gremio médico exhorta a las autoridades correspondientes a amparar al sector salud para poder ofrecer la atención médica que la sobresaturación de servicios, falta de personal, de plazas de trabajo y especialidad dificultan cumplir; no por esto se exime de responsabilidad a todos aquellos que hemos tomado el juramento Hipocrático, pero, daría la posibilidad de trabajar amando lo que hacemos sin llevar hasta el límite las capacidades físicas, emocionales y mentales de la condición humana.

 

Ya que enfrentamos un panorama donde la resistencia bacteriana es un problema que se está volviendo sumamente peligroso donde nos estamos quedando sin opciones, la OMS enfatizó la GRAN necesidad de controlar el uso de antibióticos para lo que fueron divididos en 3 grupos:

 

1- Acceso - antibióticos de primera y segunda elección para el tratamiento empírico de síndromes infecciosos más comunes.

 

2- Precaución - antibióticos con mayor potencial de resistencia cuyo uso como tratamiento de primera y segunda opción debe limitarse a un pequeño número de síndromes o grupos de pacientes.

 

3- RESERVA - los antibióticos que se utilizan principalmente como "último recurso".

 

Esta utopía farmacológica de salud pública que propone la OMS, (recordando que la palabra utopía proviene del prefijo griego "ou-" [οὐ], que significa "no", y topos [τόπος], "lugar", traducido como “ningún lugar” que ahora utilizamos para describir sociedades imaginarias e idílicas) pareciera más un capítulo añadido a una versión moderna del libro Utopía de Tomás Moro (1516) que, además de mencionar una política Platónica y una filosofía Socrática, hablaría de cómo un país podría llegar a alcanzar las metas en salud que se propone; la OMS nos da la guía y pauta para mejorar las condiciones en salud del país, el personal de salud lucha diariamente por que se pueda cumplir, pero, para que esta utopía se logre, falta un mejor gobierno para este pueblo… aunque no por eso se debe dejar de poner un mayor empeño en trabajar con lo que tenemos y más para un futuro colectivo deseable.

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