Cuando el amor por los animales se convierte en maltrato: síndrome de Noé

M en C Itzel Rocio Manzano Espinosa

En la actualidad es muy común escuchar sobre albergues para animales y la lucha en contra del maltrato que día con día sufren estos seres vivos. Debe de reconocerse el valor humanitario de aquellas personas que socorren a los animales, otorgándoles una nueva posibilidad de vida en condiciones mejores y un refugio con todas sus necesidades cubiertas. Sin embargo, más allá del amor que se puede profesar en acciones como estas, puede existir el otro lado de la moneda, que, al contrario de un refugio, solo consiste en descuido, hacinamiento y mala higiene disfrazada de altruismo, ocasionado por un trastorno psiquiátrico.

El síndrome de Noé es una variante del trastorno de Diógenes, considerado uno de los espectros más graves, donde se acumulan numerosos animales en condiciones de hacinamiento, desnutrición e incluso canibalismo entre ellos mismos por la falta de espacio y alimentos, sin alojamiento apropiado ni atención veterinaria o higiénicas, llegando a vivir entre sus propias heces y orina. Estadísticamente no existen cifras reales de este trastorno, sin embargo, se sabe que va en aumento llegando a ser necesaria la intervención de las asociaciones protectoras de animales para su rescate.

Las personas que padecen el síndrome de Noé se caracterizan por no poder reconocer que los animales acumulados están en una situación deplorable, teniendo la firme convicción de que hacen un bien y que además tienen  un fuerte lazo afectivo con los animales; es más frecuente en mujeres, sin embargo, existen reportes que mencionan que se manifiesta sin diferencia significativa en ambos sexos, con una edad aproximada de 50 a más de 60 años, y en situaciones de soledad o abandono familiar (solteros, divorciados o viudos), nivel socioeconómico de medio a bajo, con una tendencia por la acumulación de gatos y perros por la facilidad de adquisición. Este trastorno puede estar acompañado por delirios, alucinaciones, trastornos afectivos y obsesivo compulsivos, así como dismorfia corporal.

Para tener una idea de la dimensión del problema, un caso representativo reportado en Estados Unidos es el de los más de 200 gatos encontrados en una casa promedio cuya dueña los tenía en condiciones precarias, mientras que en Madrid se reportó un hogar con más de 50 perros que fueron rescatados por una asociación contra la violencia de animales, sin embargo, al año siguiente fue reportado nuevamente por acumular esta vez, 70 perros; en México no existen reportes confiables de estos casos por lo que se desconoce esta situación en nuestro país.

Ante esta problemática es importante saber cómo manejar una situación así, es por eso que plateamos la siguiente pregunta ¿qué hacer si conozco a alguien que parece tener síndrome de Noé?, es importante contactar a las autoridades sanitarias de la zona, por medio de denuncia ciudadana o a la brigada de vigilancia animal de la Secretaría de Seguridad Pública para el manejo de las mascotas afectadas, así como seguimiento del caso.  Es importante conocer este tipo de problemas psiquiátricos que no solo afectan a la persona con el trastorno, sino también a la sociedad, no hay que hacer caso omiso ante este problema, al contrario, debes tomar parte de solución y si es posible ayudar a la persona con dicha problemática.

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