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El árbol de la vida

del cerebelo a una tradición emblemática mexicana

M en C. Itzel Rocio Manzano Espinosa

 

El cerebelo resulta especialmente vital para el control de actividades musculares rápidas como: correr, escribir, tocar el piano, incluso hablar. La pérdida de esta zona del encéfalo puede dificultar severamente cada una de estas actividades, aunque sin provocar parálisis de los músculos.

 

Pero ¿cómo es que el cerebelo puede tener tanta importancia si no tiene el control directo sobre la contracción muscular? La realidad es que vigila y establece ajustes correctores de las actividades motoras desencadenadas por otras partes del encéfalo. Recibe continuamente información actual de las partes periféricas del cuerpo para determinar el estado instantáneo de cada uno de sus áreas, su posición, su ritmo de movimiento, las fuerzas que actúan sobre él.  El cerebelo compara el estado físico actual de cada parte del cuerpo, según indica la información sensorial, con el estado que intenta producir el sistema motor; de manera instantánea se trasmiten señales correctoras adecuadas hacia el sistema motor para aumentar o disminuir la actividad de músculos específicos.

 

Como ya sabemos, la sustancia gris está constituida, fundamentalmente, por las células nerviosas y sus prolongaciones carentes de capa de mielina dispuesta en la corteza. Por otro lado, la sustancia blanca, formada por haces de fibras mielínicas, está dispuesta en el centro del órgano por medio de innumerables prolongaciones que le da un aspecto característico al corte, esta disposición de la sustancia blanca le ha valido el nombre de “árbol de la vida” pues asemeja las ramas y tronco de un árbol. Es considerada como una estructura importante gracias a la relación cercana y profunda con la corteza, posibilitándonos, además, la habilidad de realizar actividades sumamente delicadas como cirugías, poder tocar un instrumento e incluso, realizar trabajos de arte realmente sorprendentes. Nos permite reflejar la propia perfección en el arte y que nos reconozcan por nuestras habilidades creativas; un gran ejemplo de ello son los artesanos reconocidos mundialmente provenientes del municipio de Metepec, Estado de México, que realizan su propia versión del árbol de la vida. Son conocidos en todo el mundo por su perfección y belleza artística que requiere de gran habilidad y delicadeza para ser realizados y que, finalmente, sin la función perfecta de nuestro cerebelo no podrían ser creados.

 

El Árbol de la vida es considerada una de las artesanías más emblemática de nuestro país, la cual representa con gran creatividad la espiritualidad y tradición de nuestra cultura con grandes caracteres bíblicos o con algunas otras temáticas de la vida diaria como: la muerte, la primavera, los juguetes e incluso sirenas. La destreza de los maestros artesanos es admirada por su riqueza creativa y gran detalle realizado a mano sobre barro como materia principal, creando piezas atractivas y cargadas de gran significado —son piezas únicas desde su creación—.

 

En la actualidad se pueden conseguir estas artesanías en numerosos lugares de México, incluyendo Izúcar de Matamoros, Puebla, donde se realizan árboles de la vida con características propias de la región —diferenciándose de los árboles realizados en Metepec por su simplicidad—. Es importante saber, que dicha artesanía ha sido expuesta en diversos museos en Europa, Asia y Norteamérica y han obtenido importantes pedidos para su exportación a China, España, Alemania, Francia, Italia y Japón, siendo reconocidas mundialmente.

 

A partir del año 2009, se convirtió en marca registrada, lo que ha ayudado a fortalecer la importancia de esta tradición artesanal apreciándose el valor de las cosas creadas con las manos y el corazón de nuestros artesanos que son un símbolo de nuestras fuertes raíces y que, finalmente, reflejan la vida misma y la fuerte unión con el uso de nuestra importante estructura cerebelosa que permite  que tengamos obras de arte como estas, recordándonos continuamente tanto nuestro pasado biológico como nuestros orígenes nacionales.

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